¡Hola! Soy Carol,

una creadora de DIY que está construyendo una vida que quizás sea lenta, pero hecha para durar.

Todo comenzó con la simple idea de ahorrar un poco. Pero mientras seguía, me di cuenta de cuánto me apasiona arreglar y transformar mi espacio.

Ahora es lo que más me impulsa. Y es la forma más segura que he encontrado de cuidar lo que quiero conservar por mucho tiempo.

Hoy en día, lleno mis días con pequeños cambios en muebles y decoración del hogar — compartiendo cada paso de mi viaje DIY, día tras día.

¿Te gustaría echar un vistazo más de cerca a mi ritmo diario?

Inspiración más allá de la pantalla

Mis mañanas siempre empiezan con la TV encendida. Me siento en el sofá y repaso mis favoritos: interiores de hoteles, estilos de lino, renovaciones de casas pequeñas. De solo verlos ya me activa la creatividad.

Hoy vi un blog donde alguien convertía una silla vieja en un rack. Y en ese instante, supe qué iba a hacer: arreglar esa silla que chirría y que he estado ignorando por semanas.

Cuando tengo una idea, armo mi propio mood y lo pongo en la pantalla. Los colores se ven brillantes y los detalles, súper nítidos — ideal para echar un vistazo mientras trabajo.

Donde las manos dejan su huella

Esa silla vieja solía crujir cada vez que la tocaba. La pintura estaba desgastada, las patas flojas—pero siempre me gustó ese encanto vivido.

Hoy le di una pequeña renovación. Añadí una pata, le pasé un poco de pintura nueva. Y una vez que el crujido desapareció, hasta los arañazos se veían más lindos. Como huellas del tiempo que no quería borrar.

Ahora ya no es solo una silla.

—es la pequeña base donde pongo mi XBOOM cuando trabajo. La música me mantiene conectada mientras mis manos se mueven. Incluso con el ruido del lijado o los martillazos, me ayuda a mantenerme enfocada y ligera. Cuando el coro de una canción favorita suena justo al terminar algo, es como si la música dijera:

Una rutina para lo que de verdad importa

Después de un día completo de arreglar y crear, siempre termino con una rutina tranquila: lavar la ropa. Las telas que uso seguido—delantales, lino, trapos—las lavo con suavidad y cuidado. El lino es mi favorito.

Esa textura natural le da a mi hogar una sensación de calidez y calma.

Así que los domingos por la mañana, recojo mis piezas favoritas, las pongo en la lavadora y dejo que la lavadora las trate con delicadeza, tal como necesitan. ¿Manchas? Las trato a mano, con paciencia y cuidado. Mientras la lavadora hace su trabajo, siento que yo también me estoy renovando.