LG ha vuelto a ser elegida por una de las grandes marcas del panorama empresarial para equipar sus oficinas. Esta vez, ha sido Ingram Micro, el mayor distribuidor de tecnología del mundo, quien ha querido confiar en LG y en sus monitores IPS 22MP57VQ-P para equipar su nuevo edificio de oficinas en Viladecans (Barcelona). Ingram Micro realiza esta gran inversión en España con fin de seguir mejorando en la excelencia del servicio a sus clientes y partners, así como apuesta clara en el mercado Ibérico y en la tecnología. 

En total, Ingram ha utilizado 350 unidades de uno de nuestros monitores estrella para cubrir todos los puestos de trabajo de sus oficinas. Y la verdad es que no nos extraña nada. La tecnología IPS de estos monitores es capaz de reproducir colores realistas y estables, evitan la fatiga ocular, son eficientes y ofrecen el mayor ángulo de visión posible (178º).

Todas estas ventajas han hecho que Ingram Micro haya confiado en el modelo 22MP57VQ-P para conseguir que sus trabajadores puedan ejercer sus tareas en un entorno adecuado y con los mejores dispositivos a su alcance.

Por un lado, los monitores con tecnología IPS consiguen la máxima definición de colores, brillo y nitidez. Además, son capaces de obtener unos colores muy estables con temperaturas de color próximas a 6500K, lo que hace que no haya diferencias entre la imagen original y su versión impresa. Por otro lado, estos colores tan realistas evitan la fatiga ocular y su rápido refresco hace que ver un vídeo deje de ser un problema, para convertirse en toda una experiencia.

Además, la tecnología IPS utiliza LEDs de alta eficiencia, lo que convierte al monitor 22MP57VQ-P en uno de los más eficientes del mercado. Y por si fuera poco, los monitores IPS dan el mayor ángulo de visión posible: 178º. Así que no importa la posición de los trabajadores con respecto al monitor, siempre verán las imágenes con unos colores tan reales como si lo hicieran desde el frontal.

Si quieres, puedes echar un vistazo a sus instalaciones más abajo. No están nada mal, ¿verdad?